¿Puedo hackear mi cuerpo para tener mejor sexo?
Recientemente ha surgido una nueva tendencia en salud denominada como “biohacking”, esta compara el organismo humano y su funcionamiento con un sistema informático susceptible a hackeos que en este caso se traducen en distintas maneras de modificar la biología de nuestro cuerpo a través de intervenciones en nuestro estilo de vida, comportamiento, además del uso de la biotecnología, estas van desde el yoga, las plantas medicinales, el mindfulness, la actividad física y la regulación del ciclo del sueño hasta procesos más intervencionistas como lo son modificaciones corporales, colocación de chips e implantes debajo de la piel y procedimientos quirúrgicos, todo esto con el fin de tener un mejor control sobre la mecánica bioquímica de nuestro cuerpo y así superar nuestras capacidades como humanos.
Dado que esto poco tiene que ver con la medicina tradicional y se centra en la búsqueda del origen de los males de las personas en vez de solo el alivio de los síntomas, básicamente se puede abordar cualquier enfermedad desde un sin número de enfoques, y la disfunción eréctil, el bajo deseo sexual (disminución de la lívido) y la impotencia sexual no son la excepción a la regla.
¿Por dónde empezaríamos a abordar a una persona que se aqueja de dificultades en su sexualidad con el biohacking?
Teniendo claro la anterior, ¿Por dónde empezaríamos a abordar a una persona que se aqueja de dificultades en su sexualidad con el biohacking? La respuesta es más sencilla de lo que parece, en principio lo más importante será buscar dentro de ti que está mal física y/o emocionalmente y cambiarlo por cosas que te aporten bienestar físico y mental, esto implica que debas cambiar todo aquello que durante mucho tiempo le ha estado haciendo daño a tu organismo y se sabe a ciencia cierta que modificarle trae beneficios a tu salud, allí entra todo lo relacionado con tu estilo de vida, desde cenar pizza todos los días, embriagarte hasta la inconsciencia todos los fines de semana y fumar hasta permanecer en relaciones abusivas y tóxicas. Todos estos son comportamientos que llevan a tu cuerpo hacía un proceso de deterioro progresivo en el que muchas de las funciones biológicas se ven afectadas, entre estas la salud sexual y reproductiva.
Puede que en este momento todo lo que te haya dicho te haya parecido estúpido y trillado, pero la realidad es que si no asumes un compromiso tan sencillo contigo mismo y tu cuerpo nada de lo que hagas biológicamente hablando será definitivo ni la solución a tus problemas, no solo tus problemas en la cama se resolverán sino también muchos otros que están afectando tu calidad de vida y puede que no seas consciente de ello. Por ejemplo, ¿qué tal te sientes durante el día después de dormir solo 4 horas? o, ¿te parece coincidencia que cada vez que cenas una pizza repleta de carne y embutidos sufras indigestión?, tu cuerpo te habla todo el tiempo diciéndote todo aquello que le hace mal, ¡debes escucharlo!
El estrés que esta consumiendo tu vida también se esta consumiendo tu pene
Ahora, intentemos ser más específicos, se ha descubierto que el consumo de fibra dietética, semillas de lino o incluso simplemente té verde pueden ayudarte a aumentar tus niveles de testosterona, la principal hormona sexual masculina que participa en todo el proceso del aparato reproductor y unos niveles bajos de esta podrían ser el origen a tus problemas sexuales, estos alimentos inhiben una enzima que degrada la testosterona permitiendo que esta permanezca más tiempo en la sangre. Otro factor que se ha visto implicado ha sido el realizar durante mucho tiempo ejercicios de alto impacto que mejoran muchísimo tu estado cardiovascular generan un estado de estrés crónico en el cuerpo que lleva a que se libera constantemente cortisol (la hormona del estrés), esta compite biológicamente en nuestro cuerpo con la testosterona no permitiendo que esta cumpla sus funciones, una solución que se ha encontrado ha sido incluir en la rutina ejercicios de fortalecimiento muscular y llevar una actividad física más moderada.
Por último, pero no menos importante, ¡relájate! El estrés que esta consumiendo tu vida también se esta consumiendo tu pene, las situaciones de estrés constante llevan a que se libere cortisol y suceda algo parecido a lo que mencionamos con el ejercicio. Cualquier elemento que este generando estrés en tu vida debe ser erradicado, no por nada resulta muy evidente que los budistas envejecen más lento.